BUENOS AIRES.- San Lorenzo no lo puede creer. Lo único que tenía que hacer era ganar su partido para estirar el misterio en la definición del campeonato. Sin embargo, el 2-1 con Olimpo no hizo más que servirle a Boca la bandeja para alzar la copa, siempre y cuando le ganara a Racing (lo que finalmente no pasó).
El "Ciclón" regaló la primera etapa y lo pagó más que caro. Se fue dormido del primer tiempo, cuando a los 44' Hernán Encima abrió el partido y arrancó dormido el complemento, cuando a los cinco minutos Walter Acuña estiró la ventaja.
Esa ráfaja de goles, con descanso de por medio, fue suficiente para que San Lorenzo le diera vida a la ilusión "Xeneize". Ni el descuento de Mauro Matos le ayudó. Es que el goleador le cambió la cara al equipo con su ingreso, pero el destino ya estaba escrito para los de Boedo.